Convengamos una cosa, son animales muy hermosos muchos de ellos y más aún cuando hablamos de serpientes, muchas de ellas con coloridos realmente formidables que atraen a cualquiera. Pero, ¿conocéis realmente el peligro y responsabilidad que conlleva la gracia de tener una? Pues, no es más que una mera gracia.
Primero, le hacemos un daño impresionante al animal puesto que no se encuentra en su hábitat natural donde es un ser libre como las restantes. Segundo, derribemos el mito de que “la tengo de pequeña, está acostumbrada a los humanos“. Puras gilipolleces. Un perro lo tenemos de cachorro y aún así más de una vez nos habrá mordido, ¡siendo nosotros los dueños!

Es justamente ese instinto el que los lleva a atacar sin motivo aparente y más todavía a los animales salvajes que no están ni acostumbrados ni se dejarán jamás, a ser domesticados por el hombre. Muchos de ellos durante su crecimiento, digamos mientras son pequeños, son más dóciles puesto que como todos los seres vivos necesitamos el contacto con una madre (padre aquí se incluye).
Pero llega determinado momento donde los animales se emancipan e independizan de sus progenitores y allí es cuando su instinto está completamente desarrollado. Es mentira que se puede evitar puesto que es un proceso evolutivo. Los seres nacen, crecen y mueren, recorriendo un largo camino de aprendizaje sin importar la especie.
Pues bien, ¿qué hacemos cuando una serpiente desarrolla su instinto? ¿Dejarnos morder? Imagino que no. Lo peor de todo esto es que muchos le han cogido gracia a tener pitones, culebras y demás serpientes realmente nocivas para el hombre. Inmediatamente escuchamos el típico “sé como tratarlas“. Si….¡me imagino que sabes!
También lo sabía el famoso Steve Irwin, más conocido como “el cazado de cocodrilos“…hasta que lo cogió mal parado una raya mientras buceaba, siendo picado por el animal. Seguid diciendo eso sin problemas que seguramente nada os sucederá…Creo se me comprendió la ironía ¿no? No es a modo de humor negro que hago la comparación, sino que era en teoría “un experto” con animales salvajes…se nota (si, soy crítico con este muchacho que encontró el final que tanto buscaba).
Ya hemos mencionado el peligro que conlleva, pero supongamos que aún sienten que son capaces de tener un animal salvaje, ¿conocéis realmente la responsabilidad que conlleva su mantenimiento? Debéis conocer de qué se alimentan, que microclima necesitan para sobrevivir puesto que no todos son del mismo sitio, y adecuar un recinto sólo para ellos.
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